domingo, 27 de julio de 2014

Algo valioso

Todo el mundo habla de mapas, rutas que conducen a un gran tesoro. Cuando oímos la palabra siempre se nos viene a la mente la misma imagen, un cofre o baúl antiguo lleno de galeones dorados joyas, y reliquias el pasado.
Pero...¿Y si los mapas no fueran un pedazo de papel con un montón de líneas y trazos, y si el mapa fuera el resultado de un complejo puzzle que se debe construir con cada Azaña,con cada experiencia vivida en cada uno de los jugadores; y que por supuesto el premio no fuesen dichas monedas?

Si, en efecto, el premio no siempre es material o no lo es momentáneamente. Muchas veces nos ciega la codicia drígida mayoritariamente por el océano de la desesperación y de los sueños; pero ¿Qué mejor regalo que una paradisíaca isla llena de tranquilidad absoluta?

Creo que está claro, nuestra vida del día a día es la peor tempestad, de la que pocos barcos se salvan, por muy lujosos que sean.
Luchamos cada vez por no ahogarnos,  y tomar una bocanada más de aire,  un último suspiro que nos dé energía para poder conseguir llegar a la playa, lejos de la inmensidad del océano,  repleto de depredadores...

Cuando miras cada paso que das, y los pones sobre la mesa, te das cuenta que tu vida sigue un ritmo instintivamente,  siguiendo tu mapa, el que te conduce a tu tesoro. La vida es una gran aventura,  y la muerte es una de las mejores experiencias...
Pero, el mejor tesoro es poder morir algún día,  y llorar por tu tesoro,  aquello por lo que viviste, tu vida...