lunes, 17 de febrero de 2014

Una bola de cristal

... Sería genial tener un olvidado cachivache de ese estilo, poder adivinar que nos deparará el futuro tiene que ser algo formidable.
Es cierto que muchas veces preferiríamos no saber que nos va ha pasar mañana, pues se debe vivir el presente, cada minuto, el día a día.
Mucha gente apoya la idea de que el futuro lo creamos nosotros, y que son los momentos, y nuestras elecciones las que nos asientan los cimientos de nuestro hogar. Pero... ¿Y cuando no solo el futuro no depende de nosotros, sino que también esta en juego terceras personas? Un ejemplo muy básico son las elecciones, y no, no me refiero a las políticas, sino a una elección que se vea liderada por una persona, y claro esta, por su subjetividad.
¿Qué nos depara el mañana? pues, sinceramente quien sabe... yo precisamente en este tema, digamos que no tiendo ni hacia un lado ni a otro, ya que todo puede cambiar en un par de segundos; se para la red de impulso que bombea sangre, se revela el gen hereditario... en fin, te jode la vida.

Pero personalmente, en esta etapa de mi vida, en la que la mayoría de mis acciones, hacia el mundo laboral, me conducen a muchiiisiiiimoooosss interrogantes.
Yo sigo mi propia dinámica, al igual que todos. Y soy extremadamente partidario de la idea de lo que puedas arreglar dejar asentado hoy, mañana no se volverá contra ti, claro que... nunca sabes que es exactamente lo que puedes hacer, pues no sabes que tendrás que tener solucionado en un futuro. Pero yo creo que como en entradas anteriores he comentado, habría que ser en este caso un poco egoístas y saber mirar por nosotros, ser precavidos, y sobre todo muy observadores, y quizá mañana no te arrepientas de lo que hiciste ayer.
Realmente no creo que me interesara ver como soy en un futuro como persona, pues seguramente sería un poco parecido a como soy ahora, no digamos igual, pues espero cambiar, pero si similar.
Es raro que los cambios sean para bien, pero espero que así me sucedan.
Pero, ante todo, intento ser lo más realista que puedo, pues ¿Porque deben ser las cosas negras, si tu las ves, tocas y sientes blancas?

Si hay claro es que de momento no se lo que quiero, pero se lo que no quiero y sé que lo que me depara puede que no me guste, y por tanto sé que no lo quiero.